miércoles, 29 de septiembre de 2010

EN RECUERDO DE ANTONIO SOTO CARTAYA


Me asomo a mi balcón para recordar a Antonio Soto Cartaya.
Para mí siempre serás el hermano número 1 de mi hermandad, y una gran persona.

Mi primer contacto con el fue en el colegio Nuevo Liceo, donde me dio clases de Física Y Química, a partir de hay se entablo una buena relación y amistad no solo con el, sino con toda su familia, recuerdo mis primeras visitas a la calle Resolana, después esas reuniones y algún que otro guateque en calle Goles, como me acuerdo de aquel verano en la Jara, como viví su pregón y te doy gracias por permitir que te acompañara en tus visitas a todas las hermandades después de tu pregón, para llevarles esa rosa roja. En tu casa y en tu compañía pase muy buenos rato en ella se fraguo mi relación con la que hoy comparte mi vida y es madre de mis hijos, esa con la que tu disfrutaba sonsacándole para que se metiera contigo, como te metías con ella cuando el día 5 de Enero te llamaba para felicitarte en tu cumpleaños, te he tenido de maestro no solo en el Nuevo Liceo sino dentro de la hermandad y fuera de ella, en la forma de querer y sentir a la hermandad y en tu comportamiento en la vida. Te fuiste igual que viviste en silencio y sin molestar a nadie. Solo te deseo que estés disfrutando de la compañía del Señor de la Vera-Cruz y su bendita Madre de las Tristezas.

Gracias Antonio.


3 comentarios:

  1. Gracias Pedro. Sabes tocar la fibra sensible. Te agradezco de todo corazón esta dedicatoria.
    Sabes que por ti y tu familia sentia un cariño especial. Muchas gracias amigo.

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  2. Gracias Pedro. Sabes tocar la fibra sensible. Te agradezco de todo corazón esta dedicatoria. Sabes que por tí y tu familia sentía un cariño especial. Muchas gracias amigo.

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  3. Acabo de ver esta página y me ha llenado de grata nostalgia ver la figura de Don Antonio, un ejemplo como profesor, cofrade, padre de familia y cristiano comprometido con la tradición y con el devenir de los tiempos. Tanto mis tres hermanos como yo tuvimos la suerte de ser sus alumnos durante muchos años en el Nuevo Liceo, donde compartí aula con su hijo Curro. Le estaré eternamente agradecido tanto a él como Don José Jara, Don Manuel Salvatierra y muchos profesores mas por haber formado parte de mi formación tanto académica como humanística.
    Ha pasado mucho tiempo ya desde aquellos cumpleaños en Resolana, desde mi primera comunión al lado de su hija Mamen, desde aquellas tardes de cuaresma limpiando plata en Vera Cruz al lado de Fernando y Antonio Luis y de los bollitos de leche de la panadería de Baños con que Carmen nos daba de merendar.
    Nunca perdí el contacto con él, cada Lunes Santos por la mañana volvía al barrio a visitar las Hermandades y lo buscaba en su Capilla para saludarle y charlar un ratito con él, mas adelante tuve la suerte de poder editarle un par de libros sobre su querida Hermandad y esto me permitió, entre corrección y corrección, mantener charlas con él primero en la Casa de Hermandad y mas tarde, cuando las piernas le flaqueaban, en su domicilio de Goles.
    Nunca olvidare a Don Antonio y ni a la familia Soto - Benavente pues forman parte de los mejores recuerdos de mi vida.
    Gracias por todo Don Antonio
    Fdo. Joaquín Cerrejón López

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